Narbona dispone de un patrimonio muy excepcional. En su casco historíco, descubriremos los vestigios de Narbo Martius. En realidad, Narbo Martius fue la primera colonia romana a fuera de Italia. Despuès, seguiremos nuestro viaje en el tiempo con la visita del conjunto monumental del palacio de los arzobispos y de la catedral San Justo y San Pastor. Para acabar nuestro descubrimiento de Narbona, nos pasearemos a lo largo del canal de la Robine para admirar su paisaje tipíco.

Durante la tarde, visitaremos la abadía de Fontfroide, un lugar espiritual y encantador. Este monasterio cisterciense es un ejemplo maravilloso de arquitectura religiosa. La vida de los monjes y de los frailes conversos no tendrà màs secretos para ustedes. Ademàs, Fontfroide fue un lugar de creaccíoon artistíca al principio del siglo veinte.